Síntomas de un líquido de frenos en mal estado y cómo solucionarlo
¿Quieres conocer los síntomas de un líquido de frenos en mal estado para que, en el caso que lo tengas así en tu vehículo, lo puedas solucionar cuanto antes?
Pues aquí, desde Claxon, te lo detallaremos para que conozcas el estado real de tu líquido de frenos actual.
El líquido de frenos es un elemento esencial en el sistema de frenado de cualquier vehículo.
Su correcto funcionamiento garantiza que el coche pueda detenerse de manera segura y eficaz.
Sin embargo, con el tiempo, este líquido puede deteriorarse y puede comprometer el rendimiento de los frenos, además de aumentar el riesgo de accidentes.
Por eso es importante conocer el estado de tu líquido de frenos aunque, como es obvio, hay otros motivos de los cuales debes conocer su estado para evitar sustos de última hora.
¿Por qué es importante el líquido de frenos?
El líquido de frenos es un fluido hidráulico que transmite la presión generada al pisar el pedal de freno hacia las pinzas o zapatas de freno.
Su correcto estado es crucial para garantizar una respuesta rápida y eficiente en la frenada.
Si el líquido se contamina o degrada, se pueden generar burbujas de aire o una disminución de la capacidad de frenado que puede poner en peligro la seguridad del conductor y los acompañantes.
7 Síntomas de un líquido de frenos en mal estado
Puede sonar exagerado, pero conocer los síntomas de un líquido de frenos en mal estado te puede salvar la vida.
Por eso, si detectas los siguientes síntomas que te vamos a mostrar, tienes que actuar inmediatamente:
1. Pedal de freno esponjoso o blando
Uno de los signos más evidentes de que un líquido de frenos está en mal estado es un pedal de freno que se siente esponjoso o blando al presionarlo.
Esto puede indicar la presencia de aire en el sistema o que el líquido ha absorbido demasiada humedad, reduciendo su eficacia.
2. Aumento de la distancia de frenado
Si notas que tu vehículo tarda más en detenerse de lo normal, podría deberse a un líquido de frenos deteriorado.
La contaminación del fluido disminuye su capacidad para transmitir la presión adecuadamente, lo que afecta el tiempo de respuesta del sistema de frenado.
3. luz de advertencia en el tablero
La mayoría de los coches modernos cuentan con un indicador de frenos en el tablero.
Si esta luz se enciende, puede ser una clara advertencia de que el nivel del líquido es bajo o que su calidad ha disminuido.
4. olor a quemado después de frenar
Un olor a quemado tras frenar repetidamente o en descensos prolongados puede indicar que el líquido de frenos se ha sobrecalentado y está perdiendo sus propiedades.
Si esto ocurre, es vital revisar el sistema de frenos de inmediato, ya que de lo contrario puedes sufrir un accidente inminente.
5. color oscuro o turbio del líquido
El líquido de frenos nuevo es generalmente de un color ámbar o amarillo claro.
Aunque con el tiempo se oscurece debido a la absorción de humedad y contaminantes.
Si al revisar el depósito notas que el fluido es marrón oscuro o negro, es el momento de cambiarlo.
6. ruidos extraños al frenar
Si escuchas chirridos, crujidos o zumbidos al frenar, podría ser una señal de que el líquido de frenos está en mal estado o que hay aire en el sistema.
7. fugas de líquido debajo del coche
El líquido de frenos debe permanecer en un sistema sellado.
Así que, si notas manchas de un fluido aceitoso cerca de las ruedas o debajo del vehículo, podría indicar una fuga en el sistema de frenos.
¿Cómo solucionar los problemas del líquido de frenos?
Ahora supongamos que tienes el líquido de frenos en mal estado o crees que está a punto de suceder ¿qué soluciones tienes a tu disposición?
Pues algunas de las soluciones más destacadas, son estas:
Revisión y mantenimiento periódico
Para evitar problemas con el líquido de frenos, te recomendamos revisarlo periódicamente, al menos una vez al año o según las indicaciones del fabricante del vehículo.
Haz una purga del sistema de frenos
Si el pedal se siente esponjoso o si hay burbujas de aire en el sistema, es necesario realizar una purga para eliminar el aire atrapado.
Este proceso puede hacerse manualmente o con herramientas especializadas.
El proceso manual suele ser más lento, así que acceder a estas herramientas sería la mejor opción.
Cambia el líquido de frenos
Si el líquido está contaminado o ha perdido sus propiedades, debe ser reemplazado inmediatamente.
Te recomendamos cambiarlo cada 2 a 3 años, según el tipo de líquido y las condiciones de uso del vehículo.
Haz la reparación de las fugas que encuentres
Si hay una fuga en el sistema, es crucial identificar la fuente y repararla de inmediato.
Puede ser un problema en las mangueras, los cilindros de freno o las pinzas.
Usa el líquido adecuado
No todos los líquidos de frenos son iguales.
Es importante utilizar el tipo recomendado por el fabricante del vehículo (DOT 3, DOT 4, DOT 5, etc.) para garantizar un rendimiento óptimo.
Así que vigila y no te equivoques en el tipo de líquido de frenos que necesita tu vehículo.
Como puedes ver, el líquido de frenos es una pieza clave en la seguridad del vehículo.
Ignorar los síntomas de un líquido en mal estado puede derivar en problemas graves e incluso accidentes que pueden llegar a ser mortales.
Esto no es una exageración, sino la realidad.
Sin embargo, con una revisión periódica y un mantenimiento adecuado, es posible garantizar que el sistema de frenos funcione de manera eficiente y segura en todo momento.
Si quieres estar siempre con el líquido de frenos de tu coche en óptimas condiciones, te recomendamos que vengas a nuestro taller para realizar una revisión.
Y te diremos de inmediato si necesitas cambiarlo o si todavía tiene vida útil.
Contacta con nosotros o visita nuestro taller de Claxon para ayudarte.
¿Algunos de estos síntomas de un líquido de frenos en mal estado lo estás sufriendo ahora en tu vehículo?